La realización de un "microteaching" ha sido la experiencia más cercana a lo que es la profesión para la que nos estamos formando desde que hemos empezado este máster. En mi opinión todo debería ir en esta línea. La primera reacción tras visionar mi actuación en el “microteaching” es el diferente lugar en el que me siento posicionado respecto a mis reflexiones anteriores. Me parece muy interesante cómo cambia lo que pienso de la actividad realizada al cambiar la perspectiva y el momento. Es una toma de conciencia sobre la relación entre el momento en que se vive respecto a algo (en este caso la realización de la clase) y lo que se percibe, cómo se percibe y cómo se transmite esa vivencia en diferentes estadios del proceso. Respecto a la clase en sí, tomo conciencia del eco que produzco al repetir las respuestas correctas de los alumnos, así como de que el tiempo de habla del profesor (THP) supera con creces al tiempo de habla del alumno (THA). El hecho de tener que hacer la segunda actividad tan rápidamente y no haberla preparado adecuadamente ha provocado que no diera bien las instrucciones, que no haya quedado claro cómo funcionaba el ejercicio, que lo hayamos realizado rápido y que lo hayamos dejado a medias. Esto me hace pensar en la importancia de elegir y me enfrenta ante la dificultad de tener que desechar actividades, que por mucho que me parezcan buenas, si no va a haber tiempo o espacio para realizarlas, es mejor no hacerlas por la alta probabilidad de que salgan mal. Me parece necesario un acto reflexivo anterior a la puesta en práctica de la planificación para no anteponer el ego del profesor al buen resultado de la clase. Pensar que algo me gusta mucho y que lo tengo que hacer sí o sí, puede destrozar todo lo demás. Al final hubiera sido mucho mejor si hubiera hecho solamente la segunda actividad, de producción escrita o, si más no, si hubiese dejado la primera actividad que he realizado, y que era más reflexiva, para el final, dejando a los alumnos pensando. Viendo el vídeo me parece muy buena idea lo de poner música mientras los alumnos trabajan en silencio. Creo que crea un estado propicio para la concentración, la tranquilidad y la inspiración. Respecto a la proxémica interaccional, me ha parecido adecuado el acercamiento a los alumnos cuando he interaccionado con ellos y creo que, en general, he propiciado un clima que favorecía la atención en clase e incluso con mi propuesta les he hecho reflexionar, por lo que me siento satisfecho. Por otro lado, me corroboro en la idea de que es un ejercicio que se debería hacer constantemente en este Máster. Me ha parecido una muy buena experiencia y muy interesante el trabajo de reflexión en cada paso del proceso porque pone de manifiesto el recorrido que uno hace ante la preparación y la realización de una clase a nivel micro, y pienso que tal reflexión acerca de lo realizado sería la misma o muy parecida a nivel macro. Me parece importante partir de la idea de trabajar y pulir pequeños ejercicios como este, antes que hacer grandes reflexiones o trabajos de horas y horas y en los que acabas perdido en una masa de información de la que únicamente quieres salir y quitarte de encima. Prefiero una chispa de motivación que encienda mi capacidad de análisis y me incite a pensar, a corregir o a reformular, que una hoguera inmensa en la que lo más probable que pase es que muera carbonizado.