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OBSERVACIÓN DE CLASES

La realización de las observaciones en dos centros me confirman una vez más la importancia que tiene la conciencia corporal del profesor en una clase y el poco caso que se le hace a este aspecto en general. Desde mi punto de vista es muy importante la situación del profesor o profesora en una clase y la energía que desprende. Tal y como se pregunta Saturnino de la Torre: “¿De qué sirve una magnífica explicación magistral, si lo que ha captado el auditorio ha sido la postura rígida, distante y engolada del profesor?”. Pienso que los movimientos y el cómo transmitimos no tienen que ser por que sí, o porque hay que moverse sin más. Tienen que tener un sentido en el contexto de la clase y en el discurso, y que sea fácilmente relacionable. Por ejemplo, de los tres profesores observados, Carmen, de International House Barcelona, es la que, desde mi punto de vista, aprovecha el espacio de manera que en cada lugar está proponiendo cosas diferentes y acaba por otorgar al espacio un significado y una coherencia con su discurso. Desde un sitio se dirige a toda la clase, desde otro explica, desde otro habla de forma más coloquial. Es posible que lo haga de forma inconsciente, pero mi hipótesis es que ello tiene que ver con la planificación que previamente ha realizado. Desde mi punto de vista, cuanto más ordenamos y planificamos más se traduce orgánicamente y a nivel de fisicidad Pienso que se puede entrenar la comunicación no verbal y estoy convencido de que se puede ser consciente de ella y ponerla a favor de uno. Me planteo si ¿Es posible fomentar la motivación del alumno y promover su autonomía desde una energía baja? ¿Desde un bajo tono muscular?, ¿O desde un discurrir por la clase que no esté acorde con el discurso? En teatro se trabaja mucho el tono, ese estado en el que uno tiene que estar relajado pero al mismo tiempo vivo y presente. Veo el dar clase como una escenificación, al fin y al cabo no deja de ser una exposición ante un público cuya atención necesitas durante un largo periodo de tiempo. En una escena no se entiende que lo que dice un actor no esté en relación con lo que está haciendo, o con sus movimientos. ¿Porque pensamos que una clase es diferente? En este tipo de enseñanza, el de ELE, lo veo además como un tema clave porque, más allá de posibles lenguas vehiculares que pueda haber para solucionar posibles momentos de incomprensión (generalmente el inglés) todos los seres humanos tenemos una herramienta de comunicación que nos une de forma universal: nuestro cuerpo, con el que podemos comunicarnos más allá de fronteras culturales. Yo lo he podido experimentar con japoneses y africanos. Una situación de representación como a la que nos vemos expuestos cuando tenemos que hacer una clase, o como en el caso de exposiciones orales en clase, requiere de una energía diferente a la cotidiana, y requiere de un mínimo conocimiento sobre el propio cuerpo. Es lo que en teatro se denomina energía extra-cotidiana en situación de representación. Para ello es necesario el uso de una técnica, e incluso conociendo la técnica, la representación  puede llegar a resultar una situación frustrante en la que uno lo puede llegar a pasar muy mal. ¿No es un profesor de ELE un actor interpretando su propia cultura? 

La importancia no ya de dónde está el profesor, que trayectos hace y si estos favorecen o no el contenido, sino cómo está y qué transmite. Qué energía tiene y qué tono físico proyecta. El cuerpo habla, y también es capaz de motivar, o de todo lo contrario. Lo importante es la actitud. ¿Cómo observar lo que no se ve?

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